En los próximos días Madrid va a vivir una situación peculiar. Frente a la Jornada Mundial de la Juventud con la llegada del Papa y de miles de fieles, en las calles de la capital podremos ver también las movilizaciones del movimiento del 15-M en protesta por el gasto público que generará la visita del pontífice. Tanto las autoridades como los medios de comunicación advierten del problema de seguridad que pueden provocar ambas convocatorias.

La sociedad española ha vivido en los últimos 30 años un proceso de descristianización sin precedentes en Europa. Hemos pasado de ser un país ultrarreligioso a tener una de las sociedades más laicas y aconfesionales del Viejo Continente. Es producto de una modernización de la sociedad española en el terreno de los valores que la ha situado a la vanguardia de la Europa más progresista. Es habitual que los españoles pensemos que la sociedad francesa, la alemana o la noruega son mucho más avanzadas que la nuestra. Pero la realidad es la contraria y todas las encuestas indican que valores como el respeto, la tolerancia y la solidaridad son centrales en la visión del mundo de los españoles. Quizás por ello los populismos y la extrema derecha no han tenido buena acogida entre los ciudadanos de nuestro país, al contrario que nuestros vecinos del norte de Europa.

Protestar ante la visita del Papa es positivo para la salud democrática de nuestro país. No está mal que quede patente la oposición de una parte de los españoles a un Papa contrario al uso del preservativo, al aborto o a la muerte digna. Fundamentalmente porque la moral de la mayoría de nuestra sociedad no coincide con la de Ratzinger y la Curia vaticana, por más que muchos españoles aun sigan definiéndose como católicos.

Pero la visita del Papa va a ser también, de algún modo, un examen de tolerancia para el movimiento del 15-M. Todos los ojos estarán puestos en unas movilizaciones que necesariamente tendrán que ser pacíficas para recibir el plácet de la sociedad española. Pero más allá del asunto de la violencia, exorcizado ya por el 15-M, los indignados tendrán que dar muestras de un respeto exquisito hacía los fieles que vengan a ver y a escuchar al Papa. La protesta es legítima pero el boicot no.

Nos guste más o menos, para un sector de nuestra sociedad la religión sigue siendo un elemento central de su construcción identitaria. La libertad religiosa ha sido una de las grandes conquistas de la modernidad y es necesario cuidarla. Por otro lado sería difícil imaginar unas protestas contra el Ramadán o contra la visita de un imán que no estuviesen promovidas por la extrema derecha más intolerante. Por eso el 15-M deberá demostrar que profesa la fe de la crítica desde el respeto al diferente.

Combatir la fe y la superstición resulta estimulante para quienes pensamos que una sociedad atea es una sociedad más avanzada espiritualmente. Pero es importante no darles a los creyentes la baza del victimismo frente a la intolerancia religiosa. El 15-M hasta ahora ha dado muestras de civismo, de respeto y de capacidad de diálogo. En esta ocasión tendremos una nueva oportunidad para demostrar que estamos por la convivencia. Y para ello es imprescindible no recurrir al insulto, a la provocación o al enfrentamiento con los fieles que visiten Madrid en los próximos días.

6 comentarios en “El 15-M y la visita del Papa

  1. En estas fechas la verdad es que da miedo pensar lo que puede pasar,creo que iré a las protestas casi para protejer lo que tanto me gusta de este movimiento. No podemos dejar que salga la rabia por ese lado, gracias por recordar este valioso mensaje. Lo comparto

  2. Creo que se está pasando muy sibilinamente de la respuesta, en general, no violenta, pacífica, al «buenismo», a una falta clara de «combate» ideológico, que es inevitable si lo que se pretende es la búsqueda de una sociedad laica, donde el ateísmo es sinónimo de cuasi terrorismo para unas sociedades cada vez más infiltradas de radicalismos religiosos, curiosamente cuando se ha pretendido proteger a una religión sobre otras, como en mi opinión, ha sido el caso de la religión musulmana en relación con la católica…
    Para muchos el peligro radica en admitir dentro de las sociedades modernas el hecho religioso, sin «acotarlo» a la privacidad de las personas y los colectivos, sean cuales sean.
    Uno empieza a estar un poco cansado de tener que «enseñar» el carnet de no-violento a todas horas, y más ante intransigentes de la índole de los que nos tendrán aislados durante una semana…

  3. Está claro….cualquier manifestación del 15-M tiene que ser pacífica…Por la visita del Papa o por lo que sea…. En cuanto al Papa, el problema no es su visita. Yo soy atea, pero respeto totalmente a quienes son católicos o de cualquier otra religión. Pero, lo que no es justo, es que en el periodo de crisis en el que estamos viviendo y en el que todos nos hemos visto afectados por los recortes presupuestarios que está haciendo el Gobierno, se usen nuestros impuestos para pagar los gastos de la visita de un representante religioso en un Estado aconfesional. Además, hechos como el de subir esta semana el billete de metro y de autobús un 50%, al mismo tiempo que se anuncia una reducción del 80% en los abonos de transporte público para las personas que tengan un carné de peregrinos, es una provocación. Porque os recuerdo a todos, que eso también lo pagamos los ciudadanos.

  4. Violencia diaria es la que se está ejerciendo contra miles de ciudadanos en el atentado diario a nuestra dignidad y nuestros derechos. Volveremos a ser pacíficos, volveremos a mantener la calma, pero tarde o temprano no sen van a calentar los nervios…Basta ya de tomarnos el pelo y exigirnos que no nos cabreemos. La visita del papa y todo lo que conlleva es una provocación.

  5. Pero es fotogénica esta visita. Hay fotos en la red de Madrid visto desde un helicóptero, y del terminal de Barajas y del Retiro.
    La logística es de ***** de parte de España. No creo que el saldo será negativo.
    La mochila del evento cuesta entre 30 y 300 euros. Incluye un bonito sombrero amarillo y una camiseta azul con letra amarilla. Empecé a rellenar el formulario y tuve que dejarlo, porque no tengo móvil, ¿y no me lo acpetaron sin número de móvil! Puse un número inventado, y me salío: INVÁLIDO.Ya.

    Así que nada. Hay que verlo como una fiesta. Todas las grandes fiestas son de origen religioso.

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